Los coches, los camiones y otros medios de transporte son algunos de los mayores productores de contaminación atmosférica en nuestro país. Las emisiones del sector del transporte contribuyen de manera significativa a la contaminación por ozono a nivel del suelo (también conocida como smog) y a la contaminación por partículas, que son ambas muy perjudiciales para la salud y pueden llegar a ser mortales. Los coches y los camiones también emiten dióxido de carbono, uno de los gases de efecto invernadero responsables del cambio climático. Para agravar aún más el problema, el cambio climático empeora la calidad del aire, ya que las temperaturas más cálidas aumentan la contaminación por ozono y los incendios forestales más frecuentes y más intensos provocan una mayor contaminación por partículas. El informe “Estado del aire” 2020 indicó que casi la mitad de los residentes de los Estados Unidos respiran aire insalubre. Debemos limpiar nuestros coches, camiones y autobuses contaminantes si queremos seguir mejorando la calidad del aire.

Tipos de vehículos eléctricos

Los vehículos eléctricos (VE) funcionan con electricidad en lugar de gasolina, y esto los convierte en una alternativa mucho más limpia que los coches tradicionales. Existen varios tipos de vehículos eléctricos. Los vehículos eléctricos puros funcionan exclusivamente con electricidad y no producen emisiones de gases de escape. Pueden funcionar enchufados a una fuente de electricidad o alimentados con hidrógeno. Los vehículos eléctricos híbridos enchufables usan una combinación de electricidad y combustión interna, lo que supone una mayor autonomía cuando funcionan con gasolina, pero no son tan limpios como los VE que funcionan totalmente con energía eléctrica.

Aunque los VE son mucho mejores para el medio ambiente y nuestra salud, algunas personas siguen teniendo dudas al respecto. Las inquietudes más frecuentes sobre los VE son los costos y la preocupación por la autonomía, es decir, el miedo a quedarse sin energía y no estar cerca de una estación de carga.

¿Realmente cuestan más?

A pesar de la creencia popular, cuando se analiza el costo total de la compra y el funcionamiento de los VE, puede que no sean más caros que los vehículos tradicionales de diésel o gasolina. Si bien el precio de compra inicial suele ser más alto, los precios tienden a bajar y algunos créditos fiscales federales y estatales ayudan a que los VE sean aún más asequibles. De hecho, puede ser elegible para un crédito fiscal federal de hasta $7,500, así como para créditos fiscales estatales adicionales, según el lugar de residencia. Puede obtener más información sobre si es elegible para acceder a los créditos fiscales en este sitio web. Al igual que con los coches tradicionales, existe toda una gama de modelos de VE que puede comprar, desde modelos de alta gama con diversas características hasta versiones más básicas. Hay disponibles vehículos eléctricos que se ajustan a la mayoría de los presupuestos. Se espera que en los próximos cinco años los VE sean más baratos que los modelos equivalentes de gasolina.

El verdadero ahorro en los costos se logra en términos de los gastos del combustible y del mantenimiento del VE. La electricidad es mucho más barata que la gasolina y cuesta cerca de la mitad que el gas. Según estudios realizados, el propietario medio de un VE puede ahorrar miles de dólares en gastos de combustible.

Además, gracias a su simplicidad de diseño, los VE tienen menos piezas que pueden desgastarse y necesiten repuestos. Los propietarios de vehículos eléctricos no necesitan preocuparse por bujías, transmisiones, radiadores ni cambios de aceite, y esto supone gastos de mantenimiento menores que los de los vehículos de gasolina. La mayoría de los coches eléctricos también vienen con frenado regenerativo, que utiliza el motor eléctrico para realizar gran parte de la frenada. Esto puede ayudar a ahorrar en pastillas de freno y rotores de los vehículos eléctricos, y así se reducen aún más los costos de mantenimiento. Teniendo en cuenta todos estos factores, los expertos coinciden en que, si bien el precio de compra inicial hoy en día es más alto para los VE, cuando se llega a aproximadamente 50,000 millas, verdaderamente se convierten en la mejor compra. En ese punto, el propietario de un vehículo eléctrico habrá recuperado los costos iniciales y hará frente a costos operativos más bajos durante toda la vida útil del vehículo.

¿Cómo es la conducción?

Además de los costos más bajos, es agradable conducir los vehículos eléctricos. En general, los vehículos eléctricos tienen un centro de gravedad más bajo, lo que ofrece un mejor manejo, confort y capacidad de respuesta. El motor eléctrico ofrece una aceleración y una desaceleración suaves, y una conducción silenciosa, lo que optimiza la experiencia al volante.

Otra de las ventajas de los vehículos eléctricos respecto a los de gasolina es la mejora de la aceleración y el aumento de la potencia. Los motores de los coches eléctricos no tienen transmisión y transfieren la potencia directamente a las ruedas. Gracias a esto, pueden pasar de 0 a 60 mucho más rápido que un coche tradicional. Por eso la aceleración es mucho más rápida en los VE.

Los motores eléctricos también pueden aprovechar su potencia de forma más eficiente porque tienen menos piezas móviles. Los vehículos eléctricos parecen tener más potencia que un coche de gasolina con los mismos caballos de fuerza. Por eso los VE son más rápidos y más potentes.

¿Qué distancia pueden recorrer realmente?

A menudo, el motivo principal que frena a las personas a la hora de comprar un VE es la preocupación por la autonomía. Esto hace referencia al miedo a que un VE se quede sin batería antes de llegar a su destino y a que el conductor quede varado o no pueda encontrar un lugar donde cargar la batería. La autonomía de la mayoría de los vehículos eléctricos nuevos es de 200 a 400 millas por carga. La persona promedio recorre unas 30 a 40 millas al día, por lo que muchos propietarios de VE solo necesitan cargar sus vehículos un par de veces a la semana.

La mayoría de los propietarios de vehículos eléctricos solo necesitan cargar la batería en su hogar o en el trabajo. Si un propietario de VE necesita hacer una carga durante un viaje, cada vez es más fácil encontrar una estación para tal fin. En la actualidad, hay más de 26,000 estaciones de carga públicas en los Estados Unidos, muchas de ellas situadas a lo largo de las autopistas, donde podría surgir la intranquilidad por la falta de batería. También existen aplicaciones para ayudar a los propietarios de vehículos eléctricos a planificar sus viajes y encontrar la estación de carga más cercana en su recorrido. El gobierno federal, junto con muchos gobiernos estatales y el sector privado, están trabajando para ampliar de forma significativa la cantidad de estaciones de carga en los Estados Unidos, de forma que lleguen a ser tan comunes como las gasolineras.

La próxima vez que esté por comprar un vehículo nuevo, piense en el aire que todos respiramos. Si su próximo coche es un vehículo eléctrico, contribuirá a mejorar la calidad del aire y a frenar el impacto del cambio climático. A la hora de proteger nuestra salud de la contaminación atmosférica y del cambio climático, todos podemos aportar algo. Unas simples medidas individuales pueden hacer la diferencia colectiva. Cuantas más personas se sumen, mayor será nuestro impacto.

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